El corazón de la merced
Dedicado al barrio de La Merced en CDMX

Esta obra monumental, realizada en lo que fue una antigua fábrica de uniformes, es un homenaje a la gente trabajadora del barrio de La Merced, en el corazón de la Ciudad de México. La colorida composición se levanta sobre la fachada de 25 metros de alto de un edificio que había permanecido gris durante años, como telón de fondo del trajín cotidiano en una de las intersecciones más concurridas de la ciudad.
La historia antigua desde el Imperio azteca, así como sucesos de las décadas recientes, y la energía actual que circula por este sitio emblemático de la ciudad, alimentaron el proceso creativo de los artistas, quienes trazaron una composición que da prioridad a los personajes icónicos, anónimos, como protagonistas del mural.
Un fondo con retazos de colores hace alusión a las lonas de los puestos callejeros como se ven desde el cielo. Los arcos representan el mercado de La Merced y enmarcan, a la izquierda, al personaje más popular del barrio: un vendedor y cargador de mercancía, el diablero, junto con su antecesor, el mecapalero.
En el centro del mural, un corazón gigante de adobe representa la tierra como el sustento. Del corazón también brota el símbolo de Atlachinolli. “[El corazón] es de tierra, tiene hojas, vegetación y raíces. La gente vive de la tierra. La tierra es el proveedor”, explica el artista Daniel González ‘Laite’.
Artista:
Dan Silva ‘PÓLVORA1’ y Daniel González ‘Laite’
Dan Silva ‘Pólvora’ (Ciudad de México, 1988). Participa desde 2006 en proyectos de arte en espacio público bajo la firma “Pólvora 1”. Con frecuencia trabaja en comunidades y grupos vulnerables, usando el mural como una herramienta de conocimiento que potencia el cambio social. Gestiona intervenciones de arte público y ejerce su práctica de pintura. Ha realizado piezas de arte mural en México, Alemania, Bolivia, Argentina e Israel.
Daniel González ‘Laite’
(Ciudad de México, 1985). Se dedica a la producción de mural urbano, pintura, dibujo e ilustración. Tiene un poco más de 20 años de trayectoria trabajando en el espacio público. Igualmente ha tenido experiencia en gestión cultural y producción para varios artistas. El acercamiento que tuvo con el arte se dio desde el grafiti, con el que aprendió a dominar la técnica del aerosol. Estudió diseño gráfico y técnicas de ilustración. “Mi trabajo se basa en la fantasía y la naturaleza. Me interesa el desarrollo de un movimiento urbano artístico de grandes propuestas plásticas y generar vínculos culturales latinoamericanos de gran impulso internacional”.