top of page

Domo Marum

El domo del Museo de ciencia y tecnología “El Péndulo” en Querétaro exhibe un conjunto de murales que brinda una interpretación contemporánea de la creación del universo y del delicado equilibrio entre el ser humano y la naturaleza.

domomarum

Seis artistas depositaron color y vida en la cúpula del edificio, transformando el concreto gris en un macro mural con distintos niveles de lectura.
“El domo, pieza de piezas, narra en el metalenguaje de los retablos, una versión contemporánea y popular de los mitos que dieron sentido a la vida de nuestros ancestros”, sostiene Edgar Sánchez, fundador de Nueve Arte Urbano y organizador del festival “El agua es una”, el proyecto que cobijó estas pinturas bajo la línea temática de la importancia del agua para la humanidad.
Por su forma convexa, el domo representa la bóveda celeste y su exterior sirvió de lienzo a pesar del gran reto técnico que supuso para los artistas. Son cinco intervenciones que encajan como un rompecabezas; cuatro alrededor de la circunferencia, orientados hacia los cuatro puntos cardinales, y uno más en la cima, con vista al cenit.
En el norte, Paola Delfín invoca con su pintura monocromática al Señor del Agua, el homólogo de Tláloc para los zapotecas: Pitao Cosijo. En el lado sur del domo, el artista michoacano Curiot Tlapazotl pintó a la Señora del Agua: la consorte de Tláloc, Chalchiuhtlicue, que alude a la fertilidad, la vida y la prosperidad. En la cara este, El amanecer de la naturaleza es la pieza del artista francés Mantra, conocido por sus pinturas hiperrealistas de cajas de mariposas. En ella, nos presenta una alegoría de la biodiversidad, con una mujer que interactúa armoniosamente con la naturaleza. Esta parte contrasta directamente con la de los artistas de Querétaro, Goal y Ryper, El atardecer de la naturaleza, donde un Cipactli (criatura marina híbrida, cocodrilo y pez) sufre efectos por contaminación.
Por último, en la cima del domo, el artista canadiense Jason Botkin creó una Piedra del Sol. Es solo visible para satélites y drones que filman desde las alturas, escondida de los peatones. Este calendario azteca que corona la cúpula, “constituye la ornamentación que vincula al cielo con la tierra, unifica a los cuatro pilares del cielo y explica la cosmovisión prehispánica: en el ombligo de la Luna, en el centro de la Tierra, donde los corazones se levantan al Sol”, señala Sánchez.

Artista:

Paola Delfín, Curiot, Mantra, Jason Botkin, Goal y Ryper

Paola Delfín
(Ciudad de México, 1989). Pintora autodidacta, desde muy joven descubrió su pasión y habilidad en el arte a gran formato. La figura femenina ha sido un tema recurrente en su obra, ha forjado un estilo monocromático en donde fluye el movimiento entre las líneas y sombras que delinean sus personajes.

Favio Martínez ‘Curiot’
Nació en Sahuayo, Michoacán, creció en Costa Mesa, California, y regresó para estudiar en México, donde reside. Estudió artes visuales en la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo para perfeccionar su técnica en muralismo e ilustración. Le inspiran aspectos ancestrales, artesanales, folclóricos, prehispánicos.

Goal Maya
(Querétaro, 1987). Artista plástico y escritor de grafiti mexicano.

Ryper BMS
Escritor de graffiti y pintor autodidacta mexicano con más de 14 años de experiencia en la escena callejera.

English version
Six artists deposited color and life on the building's dome, transforming the gray concrete into a macro mural. "The dome narrates in the metalanguage of the altarpieces, a contemporary and popular version of the myths that gave meaning to the life of our ancestors," says Edgar Sanchez, founder of Nueve Arte Urbano and organizer of the festival "El agua es una", the project that sheltered these paintings under the thematic line of the importance of water for humanity. Because of its convex shape, the dome represents the celestial vault and its exterior served as a canvas despite the great technical challenge it posed for the artists. There are five interventions that fit together like a puzzle; four around the circumference, oriented towards the four cardinal points, and one more at the top. In the north, Paola Delfín invokes with her monochromatic painting the Lord of Water, the Zapotec counterpart of Tláloc: Pitao Cosijo. On the south side of the dome, artist Curiot Tlapazotl painted the Lady of Water: Tlaloc's consort, Chalchiuhtlicue, who alludes to fertility, life and prosperity. On the east side, the piece by the French artist Mantra, known for his hyper-realistic paintings of butterfly boxes. In it, he presents us with an allegory of biodiversity, with a woman interacting harmoniously with nature. This part contrasts directly with the one by local artists Goal and Ryper, El atardecer de la naturaleza, where a Cipactli (a hybrid sea creature, crocodile and fish) suffers the effects of pollution. Finally, at the top of the dome, artist Jason Botkin created a Piedra del Sol. It is only visible to satellites and drones filming from above, hidden from pedestrians. This Aztec calendar, which crowns the dome, "constitutes the ornamentation that links the sky to the earth, unifies the four pillars of the sky and explains the pre-Hispanic cosmovision", Sánchez points out.

Ubicación

bottom of page